martes, 27 de enero de 2009

Cultura y política de pueblo

El festival "Nits d'Aielo i Art" celebra esta semana su duodécima edición, y por segundo año consecutivo tiene que hacerlo en el exilio, fuera del pueblo, Aielo, donde nació. Y todo porque al político de pueblo le parece que la cultura es una exhibición con correa y dueño. Con ese criterio, cada vez que cambia de manos el gobierno del ayuntamiento, se revisan todos los proyectos culturales. El que llega piensa que aquello que aprobaron los otros es de ellos, así que manda desmontar lo hecho y lo vuelve a montar, con sus fieles, si le conviene para su provecho. He conocido asuntos de esta índole en todos los pueblos donde me ha tocado pelear con los políticos. Es penoso, lo juro. Aunque probablemente Dios no exista. El caso de Aielo es un ejemplo de lo ladino que resulta todo esto. Lo cuenta Santiago Barber, miembro del equipo organizador, en un texto que ha colgado en la web del festival. Aquí dejo el enlace. (Merece la pena leerlo, gestores culturales, porque es parte importante de vuestra batalla).