lunes, 1 de diciembre de 2008

Acertada confluencia

Siguió con la mirada al espectador que se deslizó por el pasillo lateral y desapareció por la puerta (seguramente para solventar una urgencia), y luego, al cabo de unos minutos, volvió a repetir el seguimiento cuando el mismo espectador regresó a su butaca, integrando ambas acciones en su interpretación como si formaran parte del papel que representaba. Con la misma naturalidad improvisó más tarde unos pasos de baile al son de los retumbes de los tabales que machacaban en la calle los manifestantes contra la gestión del conseller Font de Mora, haciendo parecer por momentos que más que un ruido callejero que se filtraba a la sala por los resquicios de las puertas se trataba del propio espacio sonoro de “Cosmética del enemigo”, el espectáculo que se estaba representando en aquellos momentos en el Talía. Hablo de Jesús Castejón, Textor Texel en la obra, un magnífico actor que sabe dar vida a un imaginario y grotesco personaje nacido del desdoblamiento inconsciente de personalidad que sufre Jérôme Angust (interpretado por José Pedro Carrión, otro gran actor), empeñado en negar la parte oscura de su pasado. Ambos actores componen el reducido reparto de una obra que adentra al espectador en el complejo entramado mental de Jérôme Angust, con el apoyo de un diálogo ágil y bien trenzado, que juega a ratos con el absurdo y al que no le falta un fino toque de comicidad, atributos textuales que ya pueden apreciarse en la novela de la escritora belga Amèlie Nothomb, cuya traducción al castellano, de la mano de Sergi Pàmies, ha servido para la adaptación teatral realizada por José Luís Sáiz, a su vez director artístico del montaje. El resultado de esta acertada conjunción de buen hacer profesional es un interesante y hasta divertido espectáculo que engancha al público desde el primer minuto regalándole una estupenda noche de teatro. Que se repita muchas veces.
(Fotografía de Jesús Vallinas)