martes, 23 de septiembre de 2008

A lo grande

El Canal abre hoy su teatro con un acto que le costará 1,2 millones de euros a la empresa pública. Eso publica el diario El País en su edición del 23 de septiembre de 2008. O sea, hoy. Dice que a la inauguración asistirán 900 invitados (todos aficionadísimos al teatro, seguro; esto lo digo yo). Incluso apunta “grosso modo” el desglose de las partidas. Por ejemplo. Bolsas de regalo para los invitados: 57.000 euros. Catering (para los invitados, por supuesto): 126.000 euros. No está mal, eh. Con eso me hacía yo la tarde. A ver. Quiero decir con la parte que me tocaría de haber recibido una carta de invitación. Si no he calculado mal, sería: asistir al musical de Nacho Cano gratis (una pasta si no lo es), más bolsa de regalo por valor de 63 euros, más un picoteo por valor de 140 euros, más la posibilidad de vivir una velada maravillosa entre la jet(a) y hasta de rozarme con Espe o con el mismísimo Alberto; e incluso, por qué no, la de cambiar con ellos un timorato hola. El mío, claro, porque el de ellos le supongo seguro y, sobre todo, franco. Supongo, insisto. "No sé por qué os empeñáis en hablar de dinero cuando de lo que hay que hablar es del espectáculo que van a poder disfrutar los madrileños", parece que declaró el productor del evento cuando los periodistas le preguntaban por el coste. Pues claro, hombre, las entradas se sortean y que cada cual cene en su casa y compre sus regalos en Caprabo. ¿No es eso? Bueno, yo a lo mío. Hoy he recibido una alegría. Me llegó un susurro vía correo electrónico de Carme Teatre avisando de que ya puede consultarse en su web la programación del primer trimestre de la temporada, y veo que inician con Antígona 18100-7, un montaje de la propia compañía Carme Teatre, creado y dirigido por Aurelio Delgado, que se estrenó la temporada pasada y del que sólo he oído cosas buenas, premios incluidos. Me lo perdí porque, por aquel entonces tan cercano, yo acababa de aterrizar en Valencia y aún andaba dando tumbos por la cartelera de esta ciudad. Pero esta vez no pienso dejarlo pasar. Estará en cartel desde el jueves 23 de octubre hasta el domingo 26, ojo, con horarios variados según el día. Luego habrá que celebrarlo tomando una cerveza en ese rojo ambigú que no tiene igual ni en Madrid ni en Valencia. Lo que sí tiene igual es el amor al fasto y al dispendio, tanto en Valencia como en Madrid. En todos los sitios los que no pagan de su bolsillo inauguran a lo grande para mayor honra de la patria, mientras que los que deben mirar si les llega el dinero para los sellos acaban poniendo sus avisos en un soplo, a merced de los vientos de hotmail.