sábado, 6 de diciembre de 2008

Colaboración

Cada vez son más los acuerdos de colaboración que firma Teatres con las salas y compañías valencianas, y eso es algo que debería valorarse positivamente si no fuera porque todo parece indicar que mediante este proceder se realiza el principal reparto de las ayudas al sector, y que al resto (a los que no acuerdan porque no les gustan las condiciones que les quieren imponer y a los que ni siquiera les ofrecen la posibilidad de negociar) sólo le quedan las migajas que se desprenden. Hoy se ha conocido que se une al grupo privilegiado el Teatro Olympia, que será subvencionado con 50.000 euros a cambio de que programe también producciones teatrales y coreográficas de compañías valencianas. Dicho así suena bien. Es una manera de fomentar lo local, pero resulta que eso ya lo vienen haciendo desde hace años y con profusión todas las salas de pequeño formato (otros las llaman alternativas, otros independientes y otros andan buscándoles nuevo nombre) y no logran subvenciones que lleguen a esa cifra ni de lejos. Así que hay que suponer que esa cuantía pretenderá compensar a la sala por las posibles pérdidas (butacas vacías, cuantas más butacas tiene un teatro más butacas vacías, más pérdida, más dinero para compensar…) que se supone que tendrá cuando programe a las compañías y artistas valencianos. Fiuuuuuu. Esto que no digo no puede ser verdad. Estoy, seguramente, rizando el rizo para llegar a unas conclusiones equívocas y por supuesto equivocadas. Además no es sólo el Olympia el agraciado. Ya entraron antes en esta nómina el Teatre Micalet, l'Horta Teatre, Pluja Teatre, el Teatro de los Manantiales y el Principal de Alicante. Así que, como se ve, hay una cierta pluralidad, que denota que los acuerdos tienen diferentes naturalezas en función de las características de cada sala. Y eso parece positivo. Yo diría que muy positivo. ¿Pero entonces por qué no se modifica ese arbitrario y burocrático sistema de ayudas que premia en exceso lo grande por ser grande, y se opta por una negociación directa con cada una de las salas, teniendo en cuenta las peculiaridades y necesidades de cada cual, y desde la comprensión y el reconocimiento público del servicio que éstas prestan a la sociedad?
Y ahora hagamos exactamente la misma pregunta cambiando salas por compañías.