jueves, 20 de noviembre de 2008

El tamaño de la cultura

En asuntos de arte y cultura tengo una cierta predilección por los pequeños proyectos frente a los grandes. Y no creo que sea por el tamaño en sí, ni porque me asuste lo majestuoso o me apabullen los eventos mastodónticos. Pienso más bien que obedece al enorme cariño que profeso a esas personas que crean industria y actividad cultural olvidándose con frecuencia del principio del máximo beneficio (económico), y que se lanzan a la aventura a pesar de las muchas dificultades y del escaso rendimiento (monetario). Conozco personalmente a muchos de estos arriesgados del arte y también conozco a otros tantos por la sola referencia de lo que hacen; pero en cualquiera de los casos, me alegra infinitamente que de cuando en cuando alguno de ellos alcance una pizca de gloria. Así que cuando les cae un premio o un reconocimiento disfruto un poco de su éxito. Hoy lo hago después de enterarme de que a las editoriales Libros del Asteroide, Barataria, Global Rhythm, Impedimenta, Nórdica, Periférica y Sexto Piso les ha sido concedido el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, correspondiente al año 2008, por parte del Ministerio de Cultura, por su (y cito palabras textuales de la nota de prensa del Ministerio) "irrupción innovadora en el panorama editorial, que desde la iniciativa individual y desde distintos puntos de España, han sabido vincular edición, distribución y librería en torno al proyecto Contexto”. Son editoriales con pocos años de vida, fundadas y dirigidas por gente valiente, curtida en las grandes en algunos casos, que ha apostado por una línea de novedad que les obliga a buscar con lupa en los grandes mercados editoriales de Europa y Norte América, sobre todo, para encontrar textos de calidad inéditos en castellano. Ellos están dándonos la oportunidad de conocer grandes obras de la literatura mundial que para el castellano hablante no existían porque, hasta la fecha, a las grandes editoriales no les había parecido un buen negocio. Cubrir gastos no es el lema de los grandes, pero a menudo es algo con lo que se dan por satisfechos los pequeños editores. Gracias a ese esfuerzo nos llegan muchos libros inolvidables. Que sirva de estímulo para todos los que dirigen y colaboran en los pequeños proyectos culturales, sean de tipo que sean, sin más aspiraciones que seguir viviendo y con el único deseo de seguir alimentando sus sueños. Y los nuestros. Muchas gracias.